Hace unos meses me certifique como Arte Terapeuta, lo cual me ha dado una perspectiva distinta del día a día, de cómo nos alejamos de la parte lúdica y creativa que todos tenemos adentro. Y, aunque todos pasamos por esa situación , cada vez más hay personas buscando reconectar consigo mismo desde el ser y no del hacer. También he podido confirmar la importancia de la integración del arte como herramienta de bienestar y no solo de lujo, decoración o paseo por un museo.
En las sesiones de arteterapia es común escuchar la frase: es que no soy creativo, no soy artista, no soy buena o bueno para el arte. La verdad todos hemos estado en esa posición, incluso yo. Pero mis sesiones van:
- Relajarte: tomar control de la respiración, hablarle desde el alma al corazón y la mente, para darle paso lápiz y papel.
- Reunirte contigo: reconocerte, mirarte, contemplar donde estás, en presencia, apreciar el ahora.
- Oxigenar la rutina: permitirte un tiempo, espacio y acción distinta. Salir un poco de la rueda del hamster, del hacer, de la obligación en generar.
- Explorar: desde el ser, recordarle a tu cerebro que hay otras experiencias por navegar.
- Recordarte: eres bueno o buena reconciliándote con tu artista interno, el lienzo eres tú.
Las sesiones de arteterapia, o como las bautice: Relájate con arte, te dan la oportunidad de abrirte a otra posibilidades contigo misma, una práctica creativa cada tanto te libera y conecta con tu ser. Por eso, hay quienes llenan las esquinas de sus agendas con garabatos, flores, pequeños dibujos y eso está bien, es la mente diciendo: hey dame un break, que mejor forma de dárselo acompañado guiado, e incluso con una intención o propósito. Porque no es solo relajarte, pintar y ya, puedes intencionar una idea, darle un propósito a tu sesión, visualizar, pero sobre todo, lo más importante, al menos para mi es permitirte un tiempo y espacio en presente de calma, bienestar y reconexión contigo.
Al hacerlo constante aprendes a regular tus reacciones, reconocer tus emociones y transitarlas de manera más gentil. Lo pude confirmar una vez más con la dinámica llamada InkTober, donde haces un dibujo por día, según la palabra designada en el calendario previamente. El autor de este reto es Jake Parker, quien en 2009 decidió hacerlo para consolidar el hábito del dibujo, primero en el como animador, artista conceptual. Luego creció en el mundo, hasta convertirse en lo que es hoy. Confieso que siempre fui espectadora hasta este año donde me involucre y estuve pendiente de vivir el Inktober, aca les muestro el calendario de las palabras y mis dibujos. Tambien les dejo mi aprendizaje:
✨Se ejercita todo: mano, mente, imaginación.
✨Trabajar en "plano", me da como un banco personal de imágenes y me calma.
✨La perspectiva es múltiple: 1 en blanco y negro y luego lo imaginas en colores, otro formatos, tamaños y técnicas.
✨ Definitivamente mejor hecho que perfecto, porque la base es practicar (en mi caso).
✨ Ser flexible: Cambié las mañanas de escritura por los dibujos, prevalece el tiempo para mi y calmar la mente.
✨Al principio hacía con rapidez, ahora me tomo el tiempo para cada trazo.
✨Aunque no haga un dibujo por día, sé que cumplo el compromiso del mes. Procuro llevar el ritmo semanal.
Yo los invito a practicarlo, de hecho, elijan una palabra, una que sientan los defina ahora y cada día hagan un dibujo representandola. La creatividad es un músculo, la cual si la ejercitas todos los días verás y sentirás sus beneficios en tu vida.
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