Arte Holístico

 La primera vez que escuché la palabra holística fue hace como 10 años, en el bautizo del libro de una monja española, residenciada en mi ciudad, a través de su texto describe no solo su vivencia religiosa, también el ver  a su alrededor la congregación de un todo a través de la fe y las acciones congruentes. Luego tuve contacto con una pintora quien a través de su arte se canalizaba mensajes de los ángeles para ayudar a otros. Con ella tuve más tiempo de conversar y buscando comprender, ella de forma amorosa me dijo que lo necesario era sentir, para escuchar el don hablar y con el tiempo surgía la comunicación.


Yo siempre tuve curiosidad por lo místico, pues mi abuela con su mundo de la lectura de carta me sembró eso muy bien, sin embargo por prejuicios, y afán de ser parte del mundo académico estuve negada a profundizar del tema, incluso por vergüenza, pensado en el que dirán, error mio siempre darle prioridad al exterior que mi mundo interno.Pero el año pasado cuando empecé a la especialización de arte terapia todas esa vivencias pasadas volvieron a mi mente como rompecabezas, encajando pieza por pieza. Siempre supe que pintar me relajaba, escribir me da estructura y coser me da un empoderamiento que nada mas me da. Y el compartir mis conocimientos con otros usando cualquiera de esas disciplinas realmente les ayudaba.



El arte es la interpretación de la realidad, el holismo es comprender que somos parte de un todo, o como dijo la maestra del fin de semana: “no hay orfandad en el don”. Con la arteterapia comprendí que hay otras alternativas para relajarnos, calmar el sistema nervioso, educarnos y un sin fin de beneficios. Porque logras bajarte del día a día, dándote permiso de sentir, cuando sentimos nos expandimos. Gracias a eso también entendí que mis días son más suaves cuando veo mi rutina con ritualidad, le da un grado de respeto sagrado y me permite ser gentil conmigo misma algo muy necesario para ayudar a otros. En la práctica de esto llegó a la certificación de ceremonias, donde viví la experiencia de prepararse para guiar desde la muy conocida ceremonia de cacao, celebrar cumpleaños, bendiciones de útero, embarazos, matrimonios, locales, pérdidas, despedidas y bienvenidas, con todo esto logré integrar mi arte también.



Es así como comprendí que hago arte holístico para ayudar a otros, porque a través de él, con técnicas que van desde la respiración hasta la palabra consciente y asertiva, abro un espacio seguro, donde lo necesario es sentir para luego hacer. Pero yo seguía sin afirmarme en todo esto, hasta este fin de semana viví la experiencia llamada Laboratorio Bhakti. Esto se dió cerca del Metro Unión Latinoamericana, en el Centro Cultural Casa Viva ArtEduca, ubicada en Av. España 502, en un centro donde imparten distintas disciplinas de arte y yoga. Pero este domingo, contamos con la visita de la maestra de teatro Jessica Walker, con más de 20 años de trayectoria y una residencia en una academia de arte en Europa, donde cada año dan becas para vivir el teatro desde una sensibilidad holística.


Hace mucho tiempo no compartía en grupos tan grandes, mucho menos en la posición de estudiante, sentí y mucho, me permití fluir y conectar cada espacio de mi ser, lo que más me sorprendió fue el hilo conductor de la profesora, ver cómo logró integrar un montón de desconocidos y volver el encuentro íntimo, personal, donde todos salimos firme y conmovidos. Definitivamente fue donde realmente me creí que hago arte holístico y es necesario en todo el mundo, recordar la ligereza del ser. Si tienes un don dale luz, no lo silencies, si necesitas canalizarlo o quieres relajarte de una forma distinta, contactame y vive la experiencia de integrar tu mente, cuerpo y alma a través del arte, recuerda que el lienzo más importante eres tú. Gracias si llegaste hasta aqui



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