10 Minutos para Tu Día



Un sueño es una acción dormida y solo pocos llevamos a cabo la decisión de hacerlo realidad, pero aun así nos cuesta muchísimo por eventualidades diarias, temores, auto saboteo, el desespero y desconfianza propia, llevándonos a la procastinación: ese acto de postergar las cosas importantes por otras menos relevantes, o complacencia a otros, debido a la satisfacción inmediata que nos dan esos actos, y caemos en un círculo vicioso, justificando cada paso alejado de nuestro propósito real, ¿cuántos de ustedes han empezado una tarea y terminan viendo vídeos graciosos? O simplemente haciendo scroll en alguna red social. Por allí hay un dicho español que se refiere a eso: "el demonio cuando se aburre espanta moscas con el rabo", es que ignoramos la capacidad tan poderosa de crear y de llevarla a niveles inimaginables, desperdiciando cada día que tenemos en cosas menos importantes, esa que algunos miran como aprendizaje. La cuestión es que cuando despertamos de ese letargo y nos damos cuenta de que cualquier momento es bueno para empezar hacer realidad nuestro sueño nada nos detiene, llevándonos a la resilencia, la habilidad de adaptarnos positivamente a cualquier circunstancia. Si aún te encuentras en la fase de procastinación te voy a compartir lo que me ha funcionado para salir de ese atolladero y me mantiene en sintonía con el objetivo aun en días de relajo.



Nosotros somos seres de hábitos, de repetición y corrección hasta la obtención de un buen resultado. Es por ello que hay que hacer cambios es nuestras rutina para esa inyección de poder. En mi caso, me ha ayudado mucho el mantener un horario, esos tipo escolar, pero con flexibilidad, eso me brinda organización y guía por si me toca realizar una actividad de la cual no estaba preparada, no tenía inspiración o la había olvidado, es así como un encendedor de ideas. Eso por el lado de ejecución, sin embargo por la parte emocional me costaba mucho mantenerme hasta que una vez escuché que: dependiendo de cómo inviertes los primero 10 minutos del día así será el resto, es decir que si al abrir los ojos lo que haces es medio triste, esa sensación te acompañará las siguientes horas. Entonces yo me arme mi propio plan al respecto, porque para serles honesta, me regodeaba mucho en la cama y era de las que siempre le daba los 5 minutos más a la alarma para luego andar en modo automático entre el bendito café y los quehaceres




Al despertar lo primero que hacemos es tomar el teléfono, ahora aplico la de estirarme, respirar y agradecer, eso me esboza una sonrisa instantánea, incluso en momentos grises. De hecho cada vez son más los días que me levanto sin darle a los 5min más a la alarma. Luego si me lanzó al teléfono, pero el giro que le di fue a buscar información provechosa referente a mí sueño por cumplir y aquí empieza la aventura: primero me voy a los canales de mis diseñadores favoritos, chequeo que hay de nuevo, si consigo algo desconocido mucho mejor porque me da pie al siguiente paso, hallar algo que me nutra las ideas a desarrollar de la jornada, si son vídeos o entrevistas procuro sean de poco tiempo de duración. Luego de ese momento pues si me salgo de la cama, repasando las estiradas así sacudo la pereza del cuerpo y tiendo las sabanas, eso te genera tranquilidad mental, pues inconscientemente sabes que tienes un lugar placido donde descansaras al final del día, aquí ya han pasado al cabo de unos 6 minutos.




Una vez fuera de la habitación solía encender noticieros por eso dé y que “estar al día” lo que me generaba angustias, tristeza o un estado de zozobra nada agradable y me ralentizaban en mis actividades. Ahora, direccioné ese “estar al día” a colocar música esas alegres que te hacen vibrar alto sabroso, a veces samba, jazz o electrónica se oye aquí, hasta que finalmente el escenario está listo para finalmente deleitar mi taza de café mientras reviso la agenda del día, ya aquí el cerebro está programado amablemente, a mantener tu línea de trabajar por tu sueño con menos distracciones que antes, con más orden y mejor ánimo. Esto sin duda me ha llenado de confianza y disciplina, cuando antes solo dedicaba dos días de la semana a mi propósito ahora todos los días están empapados de él, diariamente estoy envuelta en algo referente a él, puedo decir que ya está palpable la realidad de mi sueño. Otra cosa que también me ha ayudado mucho pero ya fuera de los primero 10 minutos fue el rodearme de personas en la misma sintonía, con otras de mayor conocimiento, experiencia y habilidades. De ellas he hecho mi propio popurrí de estrategias para mantenerme en el camino elegido.


Como prueba evidente te invito a ajustar esas primeras acciones del día en función de tu bienestar y evolución. No te pido que sigas al pie de la letra lo que acabas de leer, pero sí que intentes cosas que más te agradan ti, antes de darle los buenos días a tu celular o a otras personas dátelos a ti de la mejor forma posible; si te gusta el ejercicio pues sal de la cama a hacerlo o leer par de páginas de un libro grandioso, actos que te determinen y guíen a hacer realidad tu objetivo. Que tu decisión diaria sea por y para ti, cumplir ese sueño. Así que deja de matar moscas con el rabo o el celular y comienza a darle vuelta a tu rutina con esos primeros minutos del día.



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