Desde que llegué a Chile he tenido la oportunidad de estar en varias actividades de arte, sin embargo, el pasado lunes 24 de Junio, mi corazón se sintió en su hogar nuevamente, fui a un conversatorio del artista chileno Carlos Ampuero, sobre su exposición: El Ángel de la Historia, en mi percepción fue una retrospectiva, desde que inició en este mundo, cómo fue su inspiración, el proceso migratorio como estudiante, luego como profesor y ahora su proceso creativo para esta exposición inmersiva.
Escuchar directamente a los artistas hablar sobre su proceso creativo es algo que siempre me atrapa y esta vez no fue la excepción. Primero, me sorprendieron los tamaños de sus lienzos, luego, la iluminación que logra en sus pinturas. El trabajo del detalle que hace es digno de un profesional consagrado como profesor. Mi admiración y respeto, creció por la emotividad de Carlos Ampuero respondiendo todas las preguntas.
Pero, lo que más atrapó mi atención fue la practicidad de su manera de pensar, eso realmente lo aplaudo pues, hace mucho vengo limpiando la imagen del artista irresponsable, atrapado en la “bohemia ilusa”. Carlos Ampuero es un artista con los pies en la tierra, pero sabe que lo místico de su talento educado está, solo depende de él pintar todos los día y no de una nube mágica.
Tambien, destaco que “La Mano de Simón” ha sido de mis favoritas, primero su dimensión, reconociendo que para mí, las manos, los ojos y los pies llevan un trabajo detallado y de paciencia para lograrlos. Seguido por el contraste sutil de colores y el encuentro luminoso en puntos claves de la obra, jugando con la profundidad dada por su fondo oscuro.
Salí muy conmovida de esta experiencia, primero porque fue un reto para mí salir sola, en uno de los días más frío, también porque siendo mi único día libre tenía otras cosas que hacer, pero hice honor al libro de Julia Cameron: EL Arte Debe Ser un Hábito y No un Lujo. Y, si ya estoy en este camino, mejor darle la atención que merece. Me identifiqué con las palabras de los artistas presentes, los más adultos para ser específicos. Sin embargo, me complace tener una cruzada distinta y algo joven aun (risas).
Como dice uno de los libros sagrados: “No sólo de pan vive el hombre”. En lo que puedan hagan hábito su arte, teniendo experiencias distintas a las habituales, algunas que le recuerden sus inicios, a donde quieran llegar. Yo estuve en esa sala y volví a sentir el espíritu curioso de ser yo la expositora, porque si de algo estoy segura y confirmé una vez más, es que todos tenemos una historia que contar y que mejor de hacer que a través de nuestro arte.
Gracias lienzos, por su atención, al final les dejo los links de la galería y el artista, para que tengan mayor detalle..
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