Carta a Van Gogh

 Hola Van Gogh ¿prefieres que te llame Vincent? Te debía esta carta, desde hace un poco mas de un año. Estuve en tu exposiscion inmersiva, esta reunion contigo fue distinta,  esta oportunidad, sentí serenidad, te conocí Vincent, te viví, me reflejé. 

Tu mirada de desconcierto con vetas de nostalgia de aquello por alcanzar, del amor y determinación para mostrarle a otros tu visión aunque fuese incomprendida en ese tiempo, pero ¿Sabes qué Vincent? En estos momentos lo sigue siendo, o mejor dicho, hay grupos para cada cosa, hay uno para ti, de hecho, te estudian, emulan y admiran.


Incluso yo, Van Gogh no se si eres de mis artistas favoritos, pero sí siempre recurro a ti por estudio o curiosidad, hasta por tormento propio. En esta exposición recordé porque empecé a coser, siempre decía: que lindo sería vestir los cuadros, he aqui los girasoles de Van Gogh. Y, así fue como surgió @somoslienzo.cl ir más allá del arte, ser el propio arte, de esa manera terminé inmersa en todo esto que ahora canalizo a traves de lo que ahora es mi mantra: escribir, cortar, coser, pintar, contar.




Tengo la misma duda que muchos: si la obsesión del arte es locura o enfermedad. Lo cierto es que cómo dices tú: "Las pequeñas emociones son las grandes capitanas de nuestras vidas y las obedecemos sin saberlo". "Más vale ser atrevido aunque se cometan muchos errores que ser estrecho de mente y demasiado prudente".


Tus azules también me llenan de nostalgia, no se si es porque extraño el mar profundamente o porque tu película llamada "Cartas a Theo", llena de azules, la vi con un amante, mejor dicho un amado, esos de los que te rompe en mil pedazos el alma, la vida, la mente y el corazón, pero aún así lo recuerdas con la ternura e intensidad que te brindó en su momento. Antes despertaba con el vacío y la incertidumbre de que tal vez no me vuelva a enamorar, no así, pero como de costumbre volví a ti, con esta tarea pendiente y me diste esta frase: "Es bueno amar tanto como se pueda, porque ahí radica la verdadera fuerza, y el que mucho ama realiza grandes cosas".





Sé que me falta mucho por dar en el arte, no se si logre grandes cosas en él, pero ya no le huiré por el profundo bienestar que me genera,  porque amo ver la sensibilidad de los espectadores ante las obras. Amo mi talento, mi locura por despertar e impulsar el arte de todos, creo fielmente que cada uno lleva su oreja de Van Gogh esperando ser honrada.

Y, tú me respondes: "Más vale ser atrevido aunque se cometan muchos errores que ser estrecho de mente y demasiado prudente". Así decidí atreverme más, olvidándome de perfecciones y prudencia, pues tú me dices: "¿Qué sería la vida si no tuviéramos el valor de intentar cosas nuevas?" aquí estoy soltando mis medios, atreviéndome a escribirte esta carta, en la locura de creerme tu girasol, con un mar de sueños por vivir, haciendo de mi arte mi eterno amado.



Vincent, Van Goh, no te hago promesas, porque ya cumplí la más anhelada, soñé, creí, hice y lo obtuve, ser mi lienzo en tus obras. Sí, quiero agradecerte por ese amarillo vibrante, por las texturas que me recuerdan lo relevante del tacto en las manos amadas. Te agradezco por ser el atrevido, invasivo y gentil en mi historia como artista. Por tu disciplina y perseverancia a pesar del mundo, la humanidad. 







Si llegaste hasta aqui, te lo agradezco. Siemrpe aprovecha la oportunidad de ir alguna experiencia artísticas, no sabes de que manera se puede desnudar tu alma.





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