Cuando nos acercamos a la palabra "Moda" nos vamos a imágenes sobre excesos, de formas atípicas, materiales costosos, un terreno sin acceso o poco real de acuerdo a nuestra cotidianidad. Piensas en tacones incómodos y dolorosos como ley, ropas sin sentido y otros aspectos “innecesarios” para tu vida. Esta visión es constante pero en la intimidad, , muy en lo profundo del ser todos compartimos el sentimiento de: lucir bien, tener o ser al menos una pieza de ese mundo. Con un gusto por la belleza, con estilo propio pero con el mismo fin.
Muchos al creerlo inaccesible optan por posturas extremistas y de ataque, con enfoque negativo, sin un aporte concreto más que de reprochar, amonestar y criticar sin base; olvidando el real propósito y principios de la moda. Recordemos que:
La moda es el arte del vestido, de la confección de prendas sobre la base de parámetros funcionales y estilísticos, tanto en ropa como accesorios (sombreros, guantes, cinturones, bolsos, zapatos, gafas). El vestido es una necesidad básica para el ser humano, para protegerse del frío y de las inclemencias del tiempo. Durante su evolución, el ser humano ha ido perdiendo el pelo, que ha tenido que suplir con pieles de otros animales o, más tarde, con lana o productos vegetales como el lino y el algodón. Sin embargo, partiendo de esta primera necesidad, con el tiempo el vestido ha adquirido un carácter estético, por cuanto ha reflejado el gusto y el carácter de su portador, y se ha ido convirtiendo en un adorno más de la persona, sujeto a los cánones de la moda y del devenir artístico de cada civilización. Asimismo, en el vestido intervienen factores climáticos y geográficos, así como sociales.
Con esto fijamos que somos nosotros quienes desvirtuamos el objetivo de la ahora llamada industria, por nuestras distintas necesidades, las cuales al no , internalizarlas y enfrentarlas la proyectamos en esas reacciones pocos favorables e insanas que nos apartan de una mejora en nuestro entorno e ir más allá de nosotros mismos. Es como hacer una pared entre lo que vemos en la vitrina, pasarela o pantallas y nosotros mismos con nuestro sentir y aspiración.
La moda no es un cuerpo, no es la tela, es un conjunto de elementos que inicia por reconocerse a uno mismo en lo que se desea ser. Hay que recordar que todos vivimos y enfrentamos situaciones similares en distintas formas; la persona delgada puede vivir igual los episodios de ansiedad y enfermedades que una persona con sobrepeso, solo que la primera se seca y la otra estalla, es la misma destrucción en distinta exposición. Depende de cada quien retomar una vida sana. Entonces, la moda una herramienta poderosa, y eres tú quien ha usarla a beneficio propio y exaltación positiva, luego de reconocerte y entenderte desde tu sinceridad, hasta la exportación de la visión propia de tu ser exitoso.
Somos obras de arte, creadores y productores; depende de cada uno la ejecución adecuada de las herramientas presentes. La ropa, las vitrinas, la moda en sí comenzará a ser agradable cuando tú decidas experimentar y clarificar tu objetivo personal. Recuerda que somos un conjunto de piezas que se deben conocer para obtener la mejor versión de nosotros. Antes de criticar a la ligera o decirle no a alguna propuesta, detente a pensar un rato y recapacitar que toda acción tiene un trasfondo, y si se va a alzar la voz hay que hacerlo con contenido sustancioso y no tan baladí. Es así como muchos movimientos en la industria se han hecho su espacio y tenemos para todos los gustos, porque ¿qué sería del mundo sin la variedad? Y, la moda es eso, un arte lleno de variedad, donde tú seguramente encontrarás satisfacción si buscas en el lugar indicado. Por otro lado, si sientes que hay carencia de algo, entonces apórtalo desde tus herramientas. Pero permítete silencios, escucharte, aceptar asesoría, buscar ayuda, no tienes por qué hacerlo todo a solas, pero sí depende de ti lo que hace sentir y lucir mejor.
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